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¿Cómo combinar vino y comida? Guía definitiva para el maridaje perfecto.

¿Cómo combinar vino y comida? Guía definitiva para el maridaje perfecto - D.O. Arlanza

¿Cómo combinar vino y comida? Guía definitiva para el maridaje perfecto.

Cualquier buena experiencia gastronómica requiere saber combinar adecuadamente vino tinto, blanco o rosado para sacarle el máximo partido a un plato en lo relativo a sabor y gusto. Se podría afirmar que el conocimiento de un buen maridaje de vinos es un arte que se puede aprender adquiriendo una serie de conocimientos, basados en la experiencia previa del paladar.

Podemos potenciar los sabores de nuestro menú o empeorarlo si no hacemos una elección adecuada del vino que acompañará nuestros platos. A continuación, profundizaremos en unas pautas que nos garanticen una velada culinaria insuperable.

La elección ideal para paellas y arroces en general, pasa por unos vinos blancos ligeros y secos, con independencia de los ingredientes que contengan. Si los arroces van acompañados de salsas más densas o contundentes, recomendamos elegir un tinto ligero a ser posible.

Los sabores potentes de las carnes rojas se adaptan perfectamente a los vinos tintos intensos y de maduración larga. En lo que se refiere a los pescados, debemos prestar especial atención al tipo de pez y su proceso de cocinado antes de elegir un caldo u otro.

Un pescado blanco a la plancha, puede combinar con un blanco seco y ácido, mientras que si está cocinado al horno lo ideal puede ser un blanco mediterráneo, un tinto suave o un rosado. Los tintos ligeros por otro lado funcionan bien con pescados azules o grasos.

 

Un vino blanco seco y ácido o uno dulce con detalles florales encajan a la perfección con todo tipo de mariscos, mientras que los rosados o blancos frutales, son la elección perfecta para las ensaladas.

 

Uno de los alimentos que requieren de un buen maridaje es el queso, aunque hay que decir que debemos elegir sabiamente, ya que cada tipo de queso es un mundo y requiere de un vino distinto. Para quesos blancos con corteza los vinos tintos con taninos ligeros y sabor afrutado funcionarán estupendamente, mientras que para quesos frescos como Mozzarella o Ricotta lo ideal es seleccionar vinos jóvenes blancos dulces y aromáticos.

 

Si son tiernos y grasos, los blancos con cuerpo, los ligeros o los dulces pueden ser una gran elección. Los quesos azules funcionan muy bien con tintos ligeros afrutados, mientras que los quesos curados combinan con tintos potentes y maduros.